Hoy comparto con vosotros una boda muy especial, especial por varios motivos. Uno de ellos es porque es en el norte y me encanta hacer bodas allí en verano, sales del calor sofocante de Madrid y abandonas la gran ciudad para disfrutar de los colores del campo y el mar. En este caso también teníamos un poco de mar como podéis ver en el reportaje y a parte de todo eso, fue especial porque que realizase el reportaje y me desplazase desde Madrid fue una sorpresa de Jesus, para Teresa.

Gracias por hacerme una vez más sentirme como uno más de vosotros, hacéis que sienta que tengo el mejor trabajo del mundo.

La ceremonia se oficio en el Palacio de la Magdalena en Santander y la celebración en el Hotel Real Santander.

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